Cómo reconocer las señales de tus seres queridos fallecidos | Natalia Geell

Cuando alguien que amamos parte, el mundo parece detenerse. Nos cuesta entender cómo seguir adelante, cómo reconectar con la vida cuando una parte de nosotros se fue con ellos. Pero el amor no desaparece. El amor se transforma, y muchas veces ese amor busca recordarnos que sigue ahí, a través de las señales de nuestros seres queridos fallecidos.

Aparecen en los momentos más inesperados, con una suavidad que el corazón reconoce enseguida: una mariposa que se posa frente a ti, una canción que suena justo cuando los recuerdas, un sueño tan real que te deja en paz al despertar.

Eso no es casualidad.

Eso es amor manifestándose desde otro plano.

Las señales de tus seres queridos fallecidos: el lenguaje del alma

Las señales son la forma en que los seres queridos que ya partieron nos hacen saber que siguen cerca. A veces no se ven, pero siempre se sienten.

Son pequeños destellos de luz que atraviesan el dolor para recordarnos que la vida no termina con la muerte, solo cambia de forma.

En mis sesiones lo veo todo el tiempo: cuando un ser querido logra hacerse sentir, algo en el corazón se alivia. Ya no hay ausencia, solo una forma distinta de estar presente.

Formas en que llegan las señales de tus seres queridos fallecidos

A través de la naturaleza

Las mariposas, los pájaros o incluso las mascotas pueden convertirse en mensajeros. Se acercan, te miran, se detienen frente a ti… y algo dentro de ti sabe que no es una coincidencia.

A través de la música o las palabras

Una canción que escuchas justo cuando piensas en esa persona, o una frase que alguien dice sin saber que te está hablando al corazón.

El universo se acomoda para que el mensaje llegue en el momento perfecto.

A través de los sueños

Los sueños donde aparecen luminosos, tranquilos, sonrientes…

No son simples recuerdos.

Son encuentros reales de alma a alma, donde ya no hay distancia ni dolor.

A través de sensaciones o aromas

Ese perfume que aparece en el aire sin explicación, una brisa suave, una sensación cálida o un escalofrío que no asusta, sino que reconforta.Son maneras sutiles de decirte: “Estoy aquí, no te he olvidado.”

A través de sincronías

Horas espejo, nombres que se repiten, lugares que aparecen una y otra vez.

Las sincronías son mensajes del alma que te recuerdan que nada es casualidad.

Cómo abrirte a recibirlas

No existe un método exacto, solo una disposición del corazón.

1. Suelta la expectativa. Las señales llegan cuando dejas de buscarlas con la mente y comienzas a sentir con el alma.

2. Eleva tu energía. La gratitud, la respiración consciente y el silencio abren el canal de conexión.

3. Agradece siempre. Aunque dudes, agradece. La gratitud es el puente más directo con el otro plano.

4. Confía en lo que sientes. No intentes explicarlo; lo que es real, vibra distinto.

   
   

Cuando las señales llegan

No aparecen para recordarte la ausencia, sino para recordarte el amor

.Para decirte:

“Estoy bien. Sigue viviendo. Estoy contigo, aunque no me veas.”

Cada señal es un abrazo invisible.Una caricia del alma que viene a recordarte que la conexión no se rompe, solo se transforma.

Una reflexión del alma

El día que logres mirar más allá del dolor, empezarás a verlos en todo: en el viento, en una luz que parpadea, en una sonrisa inesperada.

Y entenderás que no se fueron.

Solo cambiaron de forma, para poder acompañarte de una manera nueva.

Porque el amor —el verdadero amor— no muere, se expande.

Te abrazo desde el alma

Natalia Geell.